
Cambio Climático y la Pérdida de Glaciares en Ecuador
En las últimas décadas, Ecuador ha perdido el 50% de su cobertura glaciar debido al cambio climático. Este fenómeno, impulsado por el calentamiento global, está generando impactos alarmantes en la seguridad hídrica del país. Un caso preocupante es el del volcán Carihuairazo, que en 2025 perdió completamente su capa de hielo, marcando un hito trágico en la historia ambiental ecuatoriana.
Según la Ph.D. Mercy Borbor, investigadora del Centro Internacional del Pacífico para la Reducción del Riesgo de Desastres de la ESPOL, "el aumento de las temperaturas globales, que ya han superado los 1,5 °C, está provocando impactos severos en los glaciares y en las hidrologías de las cuencas altas de los Andes". Este deshielo no solo afecta a las comunidades cercanas, sino también a las cuencas hídricas que alimentan regiones como Guayas, Esmeraldas y la Amazonía ecuatoriana.
Consecuencias del Deshielo Glaciar
La desaparición de los glaciares no solo implica la pérdida visual de los nevados. Sus efectos incluyen:
- Reducción drástica de las fuentes de agua dulce.
- Alteraciones en los ecosistemas de páramos.
- Incremento del riesgo de inundaciones repentinas por la inestabilidad de cuerpos de agua glaciar.
Estrategias para Mitigar el Impacto
Frente a este panorama, la Dra. Borbor enfatiza la necesidad de adoptar estrategias de mitigación y adaptación, tales como:
- Promoción de energías renovables.
- Monitoreo constante de glaciares y cuencas hídricas.
- Conservación de ecosistemas de alta montaña.
- Programas de protección de páramos.
"Es fundamental una mayor visibilidad del problema y la implementación de políticas que reduzcan la contaminación atmosférica", añade.
Compromiso de la FIMCM-ESPOL
La FIMCM-ESPOL está comprometida con la investigación y la difusión de conocimiento sobre el impacto del cambio climático en Ecuador. La solución a esta crisis requiere la colaboración de gobiernos, comunidades, científicos y la sociedad en general para implementar acciones concretas que frenen el deterioro de estos ecosistemas vitales.
La pérdida de los glaciares no es solo un problema ambiental, sino una amenaza directa para la seguridad hídrica